Traten de alejarse de estos rasgos malvados, ya que con éxito o sin él, en ambos casos tendemos a pervertirnos.
Esfuércense por refrenar sus deseos. Lo que deberían buscar, en cambio, es el propio Yo, nuestra propia naturaleza. Nuestra naturaleza no es este cuerpo, nuestra naturaleza es Ananda o dicha. Para poder experimentar esta dicha, todos nuestros esfuerzos deben ser dirigidos.
La felicidad del mundo es momentánea, es como las nubes que pasan. Si aspiramos a tan efímeros placeres, quedamos sometidos al desaliento y al abatimiento en el proceso, y perdemos de vista nuestra propia
existencia.
¡Encarnaciones del Amor! Mantengan el sentimiento del amor, el amor es Dios. Una vida sin amor es como una casa desechada. Debemos vivir una vida plena de amor. Con la confianza de que el amor es Dios, debemos llenarnos de amor.
Así es como debemos viajar por esta Senda del Amor. Llenémonos de amor, dejemos que el amor permee todos nuestros pensamientos y nuestras acciones y realicen a Dios por este medio.
del libro Divinas Palabras
- Sathya Sai Baba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario