El principio Divino está asociado con las cualidades del ser individual a través de la mente. La característica de la mente es albergar pensamientos y pensamientos contrarios incesantemente.
En ocasiones el hombre es incapaz de ir al mismo paso que la velocidad de los pensamientos y es arrastrado por ellos. A veces el hombre se intoxica con sus pensamientos, que están influidos por las aberraciones de la Era de Kali.
Hoy existen muchas enfermedades incurables, pero estas no se relacionan con el cuerpo, sino con la mente. En un sentido, todas las enfermedades ingresan en el cuerpo a través de la mente. Hasta las dolencias comunes, como un dolor de cabeza o de estómago, tienen su origen en la mente.
Los antiguos sabios indios practicaban el autocontrol, albergaban buenos pensamientos y llevaban una vida llena de bienaventuranza.
Para alcanzar la liberación, el hombre tiene que ir más allá de los caprichos de la mente. Debe seguir la Voz Interior (Antakarana).
Cualquier felicidad experimentada a través de la mente no es bienaventuranza espiritual. Es placer físico momentáneo. Al no reconocer esta verdad, muchos se dedican a las así llamadas prácticas espirituales utilizando la mente. No hay que hacerle caso a la mente, que solo está ocupada en pensamientos de un tipo u otro.
El Principio Átmico no puede ser comprendido a través de tales procesos mentales. Dirijan su atención hacia el Atma y desechen todo pensamiento. Si no pueden librarse de los pensamientos, entonces cultiven buenos pensamientos. Dirijan sus pensamientos hacia el Supremo Señor.
D. Discurso 07/10/97
- Sathya Sai Baba.