El Señor es accesible y disponible para todos. El es Todo Misericordioso. Nadie, excepto el Señor, tiene la autoridad de declarar a alguien inepto para la disciplina del Conocimiento Supremo.
Ahora bien; si reflexionan un poco, ustedes podrán comprender que el Señor no negaría a nadie la oportunidad de alcanzarlo. ¿Cómo podría la llama negarle refugio a las chispas del mismo fuego, o el océano a las gotas del mismo océano? No, el Señor no desprecia ni rechaza a nadie. Un padre con cuatro hijos no puede privar a alguno de ellos del derecho sobre su hacienda; tal cosa no sería justa ni correcta. ¿Qué podría decirse del Señor, que está exento del más ligero matiz de parcialidad o prejuicio y quien además es Todo misericordioso? Atribuirle favoritismos es un sacrilegio.
Refiriéndose a esta misma cuestión de quién es apto y quién no para el Conocimiento Sagrado ("Brahmavidya"), Krishna declaró en el Gita: "Yo no tengo favorito ni siento aversión por nadie. Cualquiera, sin importar su casta, ya sea hombre o mujer, si me adora con fe y devoción me alcanzará, nada podrá interponerse en su camino, y Yo también me manifestaré en el corazón de tales devotos". ¿Es el Gita un libro sin sentido? No, el Gita habla sólo de la Verdad profunda.
Existe otra creencia, muy errónea y común en nuestros tiempos. Se dice que para ser apto para la práctica de la disciplina espiritual, para la realización de Dios, así como para la Repetición del Nombre y la Meditación, uno debe adherirse estrictamente a ciertas costumbres en la conducta diaria, dictadas por la tradición, a fin de obtener la pureza. Yo no estoy de acuerdo. Hace poco he dicho que las medicinas son necesarias sólo para el que está enfermo. ¿Cómo puede curarse y estar saludable sin hacer primero un buen tratamiento medicinal? Decir que una persona debe ser buena y pura y seguir ciertos códigos de conducta antes de lanzarse por el camino que lleva a Dios es como decir que ella tendrá que estar libre de enfermedades a fin de que pueda ser merecedora del tratamiento médico. Tal cosa es absurda. La pureza, la bondad, etc., son consecuencias del peregrinaje hacia Dios. No debe insistirse en tales virtudes como esenciales para iniciar el peregrinaje. Tomar la medicina traerá gradualmente la salud y la alegría. ¡No podrá insistirse en tener salud y alegría antes de que las medicinas sean prescriptas y suministradas! Este hecho tan obvio es ignorado por muchos ¡y eso sí que es una enfermedad seria!
Todos aquellos que sufren la enfermedad de la ignorancia tienen que leer acerca de este mal y reflexionar sobre su erradicación. Especialmente deben reflexionar sobre las experiencias de los versados en el campo del esfuerzo espiritual. Solamente entonces podrán entender el estado real de las cosas.
- Sathya Sai Baba.
(extracto del libro: Jñana Vahini: La senda del Conocimiento)