Esta es una puerta y hay una cerradura en la puerta. Para abrir la puerta, ponemos la llave en la cerradura. Si giramos la llave hacia la derecha, la cerradura abrirá, si la giramos hacia la izquierda, cerrará.
Podemos comparar nuestro corazón a una cerradura. Nuestra mente será la llave. Si ponemos la llave de nuestra mente en la cerradura de nuestro corazón y la giramos hacia el Alma Suprema, logramos el desapego; si la giramos hacia el mundo, logramos el apego. En este contexto, deberíamos hacer el intento de poner la llave de nuestra mente en la cerradura de nuestro corazón y emplear nuestra inteligencia para hacerla girar hacia Dios.
(del libro: Lluvias de verano: 4)
Sathya Sai Baba.