Las historias de sus insignificantes logros brillan como un relámpago y luego se desvanecen, dejando tras de sí la oscuridad absoluta.
No debemos olvidarnos de nuestro destino divino y dejarnos tentar por placeres que se esfuman.
Cada uno deberá hacer intentos sinceros por entender y practicar el espíritu del Gita. Habrán de preservar en sus corazones el sagrado y arrobador Principio Divino que el Bhagavad Gita glorifica.
del libro: LLuvias de verano.
-Sathya Sai Baba