En el vasto océano, aparecen innumerables olas. Cada ola parece diferente de la otra. Sin embargo, a pesar de estas diferencias las olas no son diferentes del océano. Las olas surgen del océano y están hechas del mismo elemento. De igual modo, aunque los seres humanos parecen diferentes unos de otros, debe recordarse que todos ellos han emergido del océano de Sat-Chit-Ananda. Muchos olvidan esta verdad y se identifican con el cuerpo temporal; por eso están padeciendo diversas dificultades. Para las personas que están atrapadas en las redes de las búsquedas y los deseos mundanos, el faro de la espiritualidad muestra la senda hacia la emancipación. La espiritualidad es fundamental para revelarle al hombre los medios para el florecimiento de sus cualidades.
Sathya, Dharma, Shanti, Prema y Ahimsa (Verdad, Rectitud, Paz, Amor y No violencia). Estas cualidades humanas deben nutrirse. Hoy la paz está ausente debido a que el temor al pecado y el amor a Dios han declinado y el hombre se ha degradado a sí mismo. Si hay temor al pecado, amor a Dios y moralidad en las personas, la humanidad será verdaderamente humana y habrá armonía en la sociedad.
Cuando cultivan cualidades humanas, como la compasión y el amor, y actúan en forma conjunta, con un sentido de consideración mutua y amistad, pueden prestar un valioso servicio a la gente.
D. Discurso 1992.
Sathya Sai Baba.
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