¿Qué anhela el aspirante espiritual? Satisfacción plena, ¿no es así? Entonces su anhelo es Paz (Shanti). Ahora bien, la Paz es la naturaleza innata del hombre, es el poder que viene en ayuda de aquellos que tratan de adquirir discernimiento, desapego y agudeza de intelecto. La Paz no es más que una fase del Alma misma. Así como el Alma, la Paz tampoco tiene principio ni fin, nada puede destruirla; sólo se iguala a sí misma, por lo cual no tiene comparación.
La Paz debe manifestarse en: sentimiento, palabra, postura y acción en uniforme e igual medida. Luego Shanti (la Paz) se transforma en Prashanti, la Paz Suprema. Careciendo de tal Paz, es imposible obtener la dicha material del mundo o del más allá porque Shanti es la base de toda felicidad o alegría. Thyagaraja, el santo hindú, ya sabía esto cuando cantó: "Si no hay Paz no hay alegría". Todos los hombres, sin distinciones, la necesitan: sean ascetas o eruditos, piadosos o filósofos.
Por otra parte, la Paz que ha penetrado en el corazón no puede ser trastornada por ninguna razón, ésa es la única clase de Shanti que merece ser llamada Prashanti. Que la Paz Suprema, no tiene altibajos; no puede ser parcial en la adversidad y total en la prosperidad. No puede ser una cosa hoy y otra mañana, ya que un flujo permanente de Bienaventuranza es lo que se llama Paz Suprema.
El Amor Puro e lnegoísta es el único medio para obtener Paz. Amor es el combustible que proporciona la divina llama de la Paz y da como resultado la unión de toda la humanidad y ésta, instruida en el conocimiento espiritual, hará de la paz mundial una realidad.
Shanti es el tesoro más preciado, pero solamente puede ser experimentada de manera personal y mediante el estado natural de Jñana (Conocimiento). Aquel que alcanza lo que es imperecedero, lo que no puede ser destruido ni modificado, es el que disfruta de la Paz. El, igualmente, no tiene muerte.
Shanti es un océano sin límites; es la luz que ilumina al mundo. El tenerla es tenerlo todo, pues nos confiere el conocimiento de ambos mundos: éste y aquél. Nos conduce a la comprensión de Brahman (Dios) o sea el mismísimo objetivo de la vida humana que la filosofía Vedanta trata de enseñar.
del libro: "Prashanti Vahini - La Paz Suprema"
- Sathya Sai Baba.
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